Biografía grandes escritores
FEDERICO GARCÍA LORCA
(1898-1936)
Federico García Lorca nació en 1898 en Fuente Vaqueros, Granada, el 5 de junio y murió el 19 de agosto de 1936 en Viznar, Granada. Fue bautizado el 11 de junio en la parroquia de Nuestra Señora de la Anunciación en el mismo Fuente Vaqueros. Fue poeta y dramaturgo y uno de los miembros más destacados de la generación del 27. Aunque estudió Derecho y llegó a licenciarse toda su vida la dedicó a diferentes artes como la poesía, el teatro, la música e incluso la pintura. En 1919 se trasladó a Madrid y se instaló en la Residencia de Estudiantes donde entró en contacto con numerosos artistas y escritores. Publicó su gran obra Romancero gitano en 1928. Viajó por Estados Unidos donde escribió con gran brillantez Poeta en Nueva York y a su regreso a España publicó varias obras y dedicó gran tiempo a la difusión del teatro clásico español al frente de la compañía La Barraca. El amor, la muerte y la sensualidad son los temas centrales de toda la obra de Lorca al cual se le fusiló en 1936 por las fuerzas sublevadas contra la República al inicio de la guerra civil española.
Era hijo de un labrador bien acomodado, don Federico García Rodríguez, viudo y casado en segundas nupcias con Vicenta Lorca Romero, madre del poeta, y joven maestra del pueblo. Ella fue la que le inculcó el interés por la lectura y la poesía. Con respecto a la música fue su tía Isabel, hermana de su padre, la que le enseñó a tocar la guitarra y a cantar copla.
Cuando Federico tenía cinco o seis años se trasladaron a un pueblo vecino; Valderrubio -en otro tiempo llamado Asquerosa- donde el poeta pasó los mejores años de su vida. En 1908 pasó unos meses en Almería estudiando como alumno y pupilo de su maestro de Fuente Vaqueros, Antonio Rodríguez Espinosa, al cual habían trasladado a esa ciudad para llevar una escuela. En este año empezó sus primeros estudios oficiales de música.
En 1909 la familia de Lorca se trasladó a vivir a Granada donde empezó a estudiar bachillerato en el Colegio del Sagrado Corazón que dirigía su tío, don Joaquín Alemán. Aunque Federico no le gustaba mucho los estudios logró sacarse el bachillerato en 1915 y al año siguiente comenzó sus estudios en la Universidad de Granada de Derecho y Filosofía y Letras y que ya se había matriculado en el curso preparatorio en 1914. Fue por estas fechas donde comienza a escribir sus primeras poesías y frecuenta ambientes literarios donde conoce a otros artistas y escritores. También durante estos años continua sus estudios de guitarra y piano.
En 1917 realizó un viaje estudiantil donde conoció a Antonio Machado, que era profesor de francés del Instituto de Baeza, y a Miguel de Unamuno. Fruto de aquel viaje escribió su primer libro, Impresiones y paisajes, que se publicó en 1918, y que dedicó a su viejo maestro de música ya que por aquel entonces amaba tanto la música o más que la literatura e incluso había compuesto algunas piezas que hoy, por desgracia, están perdidas. También conoció y tuvo una gran amistad con Manuel de Falla (1876-1946).
En la primavera de 1919 se traslada a Madrid, donde primero residió en una pensión, y luego en la Residencia de Estudiantes, donde hizo gran amistad con grandes artistas y escritores. De sus amigos más íntimos se encuentran Salvador Dalí, Emilio Prados, Luis Buñuel, Pepín Bello, José Moreno Villa y Rafael Alberti, entre otros. Su vida en la Residencia era más bien rutinaria; se pasaba los días enteros tocando el piano y la guitarra y asistía poco a las clases en la universidad. Lorca era algo indisciplinado porque no se sometía bien a las reglas estrictas de la residencia, pero su director, Alberto Jiménez, comprendiendo como era el carácter de Federico, no le sometía a estas normas.
En marzo de 1920 estrenó su primera obra dramática: El maleficio de la mariposa. Lo hizo en el teatro Eslava de Madrid y fue un rotundo fracaso. Al año siguiente publica su primer libro de poesía, Libro de poemas, el cual tampoco obtuvo éxito pero que sí atrajo la atención de Juan Ramón Jiménez, poeta indiscutible de la poesía joven de entonces, y pidió a Federico que colaborase en su nueva revista literaria, que acababa de fundar, Índice.
En 1922 organiza en la plaza de los Aljibes, de la Alhambra, Granada, junto a Manuel de Falla, la Fiesta del Cante Jondo, un festival-concurso en cuyo jurado, aparte del mismo Falla, estaba Andrés Segovia, y el "emperaor" del cante jondo, Antonio Chacón. El festival duró varios días y obtuvo un gran éxito. También junto a Falla, en 1923, emprende una pequeña empresa de arte dedicada a un público juvenil. Se trataba de teatro de cristobitas (guiñol) cuya primera función, La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón, la realizó con la ayuda musical de Falla y la representó en la sala de su casa que tenía en Granada a la que asistieron un centenar de niños. Ese mismo año consiguió, finalmente, obtener la licenciatura en Derecho.
A Rafael Alberti lo conoce en 1924 en la Residencia de Estudiantes. En este año es cuando comenzó Lorca a escribir su Romancero gitano y en 1925 termina su obra de teatro Mariana Pineda. Durante la primavera fue invitado por Dalí, amigo inseparable del poeta desde la Residencia, a pasar una temporada en Cadaqués, y luego en Figueras, en la que en ambas hizo la lectura completa de Mariana Pineda. En el verano del mismo año, 1925, viaja para pasarlo en un cortijo de su padre, en Granada, y hace escapadas a Lanjarón, en Sierra Nevada, y a Málaga y mantiene correspondencia con su inseparable amigo también, Pepín Bello y con Jorge Guillén.
A mediados de febrero de 1926 Federico lee, con gran éxito, en el Ateneo de Granada, una conferencia sobre "La imagen poética de Luis de Góngora" y es publicado por el periódico granadino El Defensor. También trabaja en un poema largo, "La sirena y el caribinero" y en una Soledad en homenaje a Luis de Góngora, cuyo aniversario por su fallecimiento se acercaba ya que era al año siguiente. En abril publica en la Revista de Occidente su "Oda a Salvador Dalí" y ese mismo mes lee en el Ateneo de Valladolid, presentado por Jorge Guillén, poemas de sus libros en preparación Canciones, Poema del cante jondo y el Romancero gitano.
Por octubre de 1926 invita a su casa de Granada a Emilio Prados, que había conocido en la Residencia de Estudiantes de Madrid, y que ahora vivía en Málaga, su ciudad natal. Ese mismo mes tiene lugar un homenaje a Pedro Soto de Rojas, poeta granadino del siglo XVII, donde Federico interviene con una conferencia sobre el poeta del barroco. Antes de regresar a Málaga, Prados consigue que Lorca le entregue los originales de su libro Canciones, que acababa de terminar, para publicarlo en su nueva revista (Litoral) que pensaba editar con un primer número en noviembre. Publicó tres romances de Federico: "San Miguel", "Prendimiento de Antoñito el Camborio" y "Preciosa y el aire". Pero a punto estuvo de costarle su amistad con Prados ya que los mencionados romances se publicaron con grandes erratas.
En el verano de este año también expone veinticuatro dibujos en las Galerías Dalmau, de Barcelona y a finales, en diciembre, viaja a Sevilla junto a los escritores, también de la generación del 27, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Rafael Alberti, Mauricio Bacarisse, Jorge Guillén, José Bergamín y Juan Chabás, para dar unas conferencias en el Ateneo sevillano. En estos encuentros y excursiones que hacían conoció, aparte de otros, a Luis Cernuda, el cual todavía no había publicado ningún libro y era unos años más joven que Lorca.
Después de una larga preparación, en febrero de 1928 aparece, por fín, el primer número de la revista Gallo pero con un estilo surrealista y no muy comprendido de la sociedad de la época la revista solo duró dos números. Por abril publica su Romancero gitano en las ediciones de la Revista de Occidente, que dirige Ortega y Gasset, libro ya muy esperado porque desde 1924 son sus primeros romances. El éxito fue fulminante de crítica y público. A pesar de este éxito ese mismo verano pasó por una gran depresión debido a asuntos sentimentales lo que melló en su carácter y su producción literaria. En diciembre lee en la Residencia de Estudiantes su conferencia sobre "Las nanas infantiles" y publica en la Revista de Occcidente su "Oda al Santísimo Sacramento". Lorca estaba pasando malos momentos sentimentales y se acentuaron a finales de ese año.
Debido a esta "penumbra sentimental" por la que estaba pasando se decide a viajar a Estados Unidos en mayo de 1929 animado por su amigo y antiguo maestro, Fernando de los Ríos. Viajó a Nueva York en mayo (ciudad que no le hacía "mucha gracia" y que le parecía horrorosa) pasando antes por París y Londres que tampoco le produjeron una gran impresión. Se instaló en un cuarto de estudiante de la Universidad de Columbia. A finales de ese año participó en un homenaje que se le hizo a Antonia Mercé (1890-1936), la Argentinita, en el Instituto de las Españas, en Nueva York. Poco a poco, lo que le parecía una ciudad horrorosa se fue convirtiendo en una ciudad alegre, amena y en la que se sentía muy a gusto, aunque con una cierta melancolía. Para él Nueva York era una ciudad de contrastes, que tras su fachada llena de rascacielos había una soledad de la propia gente que le hacía, precisamente, atractiva, y sobre todo, para él, fue el barrio negro de Harlem lo que más le atrajo.
En 1930, durante la primavera, viaja a Cuba. La Habana, capital de la isla, le cautivó desde el principio y solía decir: "Me siento cómo en Cádiz". Fue una ciudad, después de la experiencia de Nueva York, en la que se sintió muy bien acogido y se encontró muy a gusto. El clima agradable y volver a escuchar a las gentes hablar su lengua materna hizo que se sintiera como en España.En La Habana reanudó Federico su amistad con Adolfo Salazar (1890-1958), que vivía en la capital cubana, y escribió varias escenas de dos obras de teatro que había empezado a escribir en Nueva York: El público y Así que pasen cinco años. También tuvo un encuentro con poetas cubanos de la revista Avance. En una revista de La Habana, Musicalia, publicó su "Son de negros de Cuba", escrito entonces, e inspirado en los sones afrocubanos, que ya había cultivado Emilio Ballagas (1908-1954).
Para el otoño decidió regresar a España y visitar su Granada querida. Según contó a sus más allegados amigos, el viaje por las américas le sirvió para salir de su "penumbra sentimental" y volver a ser como era antes. En diciembre estrena en el teatro Español, de Madrid, La zapatera prodigiosa, por la compañía de Margarita Xirgu y dirigida por Rivas Cherif (1891-1967). Esta obra se mantuvo poco tiempo en cartel ya que la convulsión política y social que vivía España en aquellos años, donde se derogó a la Monarquía y se instauró de nuevo la República, hacía que la gente estuviera más pendiente de los acontecimientos políticos que de los estrenos teatrales.
En mayo de 1931 las Ediciones Ulises publican su libro Poema del cante jondo que Federico ya había empezado a escribir en 1921 y que tenía algo abandonado y olvidado en un cajón. Poema del cante jondo es el libro de Andalucía, de esa Andalucía del llanto que canta su pena y su alegría acompañado de la guitarra.
En los primeros meses de 1932 Lorca se dedica a dar varias conferencias en Valladolid, Sevilla, Salamanca, Galicia y San Sebastián. Este año da a conocer su proyecto de La Barraca, un teatro itinerante que Lorca quería que recorriese todos los pueblos de España dando a conocer el teatro clásico español; desde los entremeses de Cervantes hasta los dramas de Lope de Vega y Calderón de la Barca. En junio prepara los ensayos en la Residencia de Señoritas y la primera actuación tuvo lugar el mismo mes en la plaza de Burgo de Osma, representándose dos entremeses de Cervantes: La guarda cuidadosa y La cueva de Salamanca. En Madrid, en el paraninfo de la Universidad Central, sus representaciones tuvieron un éxito rotundo y lo mismo ocurrió en la Universidad de Verano de Santander. Tal era su dedicación a La Barraca que para preparar su puesta en escena del Peribáñez de Lope, y según cuenta Pablo Neruda, se recorrió todos los pueblos de Extremadura para encontrar los trajes auténticos que las viejas familias guardaban en sus arcas desde el siglo XVII. A pesar esta dedicación a La Barraca, Federico continuó con su obra literaria y con sus círculos de amigos y conferencias. En diciembre hace lectura, aprovechando que su compañía de teatro estaba en Barcelona, en el Conferencia Club de Poeta en Nueva York, y que no sería publicado por primera vez hasta 1940, cuatro años después de su muerte.
El 8 de marzo de 1933 estrena en el teatro Beatriz, de Madrid, su gran obra Bodas de sangre por la compañía de Josefina Díaz de Artigas (1891-1976). Al estreno acuden toda la generación del 27 al completo (Guillén, Aleixandre, Altolaguirre, Cernuda, etc...) y Jacinto Benavente, Miguel de Unamuno, Ortega y Gasset, los hermanos Quintero, entre las figuras más destacadas de otros muchos. La obra se basa en un suceso real, que publicaron los periódicos, y que acaeció en un pueblo de Almería. En abril colabora con Pura Ucelay, directora del Club Teatral Anfistora, en la creación de los Clubs Teatrales de Cultura, cuyo objetivo era que el arte estuviera al alcance de todos. En abril, en el teatro Español y como actividad inagural del Club Teatral de Madrid estrena dos piezas: La zapatera prodigiosa (que ya había sido estrenada por Margarita Xirgu) y Amor de don Perlimplin con Belisa en su jardín, que era inédita y tenía escrita desde 1928.
Federico sigue con su actividad incesante y asiste a numerosos estrenos de teatro, de zarzuela, de música, etc... En casa de su amigo y diplomático, Carlos Morla (a la que acudía casi a diario), conoció a infinidad de personalidades del mundo de la política y las artes con las que se relacionaba. En mayo colaboró en la representación del Amor brujo de Falla en la Residencia de Estudiantes, bailado por la Argentinita.
En verano trabaja en Yerma y continúa su labor de dirección de La Barraca con actuaciones en la Universidad de Verano de Santander. En septiembre, tras unas semanas de estancia en Granada y volver a Madrid, viaja a Buenos Aires en octubre aceptando una invitación de la Sociedad de Amigos del Arte, muy prestigiosa, para dar conferencias y asistir a la representación de Bodas de sangre por la compañía de Lola Membrives (1888-1969).
Hasta marzo de 1934 estuvo Federico en Argentina, donde dirigió en los teatros de Buenos Aires sus obras Mariana Pineda, Bodas de sangre y La zapatera prodigiosa con un éxito rotundo. Antes, a finales de enero viajó a Montevideo, capital de Uruguay, donde dio varias conferencias y asistió al homenaje al pintor Rafael Barradas a quien había conocido en Barcelona. En marzo dirige la adaptación de La dama boba de Lope en el teatro de la Comedia de Buenos Aires. El 25 de ese mes inicia el viaje de regreso a España haciendo escala en Río de Janeiro. En mayo sus amigos le ofrecen una cena homenaje en Madrid y en julio le visita Pablo Neruda, que fue nombrado cónsul de Chile. y su amistad se hace más íntima. En agosto está con su compañía La Barraca en Santander cuando le llega la trágica noticia del fallecimiento de su amigo Ignacio Sánchez Mejías que había sufrido una grave cogida en la plaza de Manzares (Ciudad Real) el 11 de agosto y que falleció, como consecuencia de la misma, el día 13. En septiembre escribe la elegía Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, uno de sus más hermosos y emotivos poemas. A finales de año estrena en el teatro Español de Madrid, su obra Yerma.
En abril de 1935 hace una excursión a Sevilla, en la cual lee su Llanto por Ignacio Sánchez Mejías en el palacio del Alcázar ante Jorge Guillén, Joaquín Romero Murube, Pepín Bello y Claudio Guillén, que era un niño por entonces (contaba 10 años) y era hijo de Jorge Guillén. En mayo dirige su pieza El retablillo de don Cristóbal en el guiñol La Tarumba con motivo de la Feria del Libro. En junio termina Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores. En septiembre marcha a Barcelona, tras un descanso en Granada, para los ensayos y estreno de Yerma. En diciembre estrena en el Principal Palace de la ciudad Condal Doña Rosita y es homenajeado por sus amigos catalanes.
Y comienza el trágico año de 1936. La situación política en España se iba agravando enfrentando, cada vez más, a la sociedad española y donde los ataques extremistas de ambos bandos van haciendo temblar a la joven República. Pero la producción de Federico García Lorca continua y en enero publica Bodas de sangre y Primeras canciones. También queda consternado por la muerte de Valle-Inclán, de la generación del 98, y cuyo teatro fue fuente de inspiración del granadino.
El 9 de febrero se hizo un homenaje a Rafael Alberti por su regreso de Rusia que se había convocado por la prensa. La convocatoria la firman Antonio Machado, Luis Cernuda, José Bergamín, León Felipe, Ramón Sender, Manuel Altolaguirre, Luis Buñuel y el propio Lorca. El acto tuvo lugar en el café Nacional de la calle Toledo y en donde Federico lee un manifiesto de los escritores españoles contra el fascismo y a favor del Frente Popular.
En febrero asiste al homenaje que se hizo a Valle-Inclán en el teatro de la Zarzuela de Madrid y dirigido por Alberti y María Teresa León (1903-1988) y organizado por el Ateneo. Federico intervino leyendo dos poemas de Rubén Darío dedicados a Valle-Inclán y el prólogo de Voces de gesta. El acto tenía su significación política y los organizadores lo sabían. Y es que la lucha por el Frente Popular se hallaba en pleno apogeo. Federico encabezó el manifiesto con su firma que los intelectuales hicieron en favor de dicho Frente la víspera de las elecciones. El 18 de febrero la izquierda obtiene la victoria y el Frente Popular se hace con el poder. Pocos días más tarde, Antonio Machado, Ángel Ossorio, el doctor Hernando, Manuel Hazaña y Julio Álvarez del Vayo firman el manifiesto de la Unión Universal por la Paz, en nombre del comité español, y el diario El Sol publica las adhesiones de muchos escritores e intelectuales españoles entre los cuales está Lorca, Azorín, Alejandro Casona, el doctor Lafora, José Bergamín, Oscar Esplá, etc...
A principios de marzo es invitado por el Ateneo guipuzcuano para dar una conferencia sobre su Romancero gitano y en la cual se reencuentra con el poeta Gabriel Celaya, al cual ya conocía de su época de la Residencia de Estudiantes. El día 1 de abril firma junto a Rafael Alberti, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre, Ramón Sender y otros escritores un manifiesto pidiendo la libertad del líder revolucionario brasileño Luis Carlos Prestes. El día 7 en una entrevista concedida al periódico La Voz expresa su deseo de viajar a México, vía Nueva York, donde piensa reunirse con Margarita Xirgu que ha de estrenar sus obras en la capital mexicana y donde dará una conferencia sobre Quevedo. El 19 de abril participó en el homenaje que se hizo a Luis Cernuda por la publicación de su libro La realidad y el deseo.
En mayo la situación política en España se complica. Azaña es elegido presidente de la República y los monárquicos recrudecen sus ataques. Aún así Lorca sigue con sus cenas homenajes y asistiendo a actos culturales o recitando poesía en Recoletos con motivo de la Feria del Libro. En junio termina La casa de Bernarda Alba. El Club Teatral Anfistora , que dirige Pura Ucelay, ultima los ensayos de Así que pasen cinco años, que nunca llegaría a estrenarse. Por aquellos entonces el poeta granadino escribía Sonetos del amor oscuro que fueron publicados póstumamente. El día 15 de julio hace una lectura de su Bernarda Alba en casa del doctor Eusebio Oliver donde asisten Jorge Guillén, Pedro Salinas, Guillermo de Torre, Pepín Bello y Dámaso Alonso.
Dos días antes de que estallara la guerra civil, el 16 de julio, expresa en casa de su amigo Rafael Martínez Nadal (1877-1941) su deseo de marchar a Granada, cosa que este le desaconseja por la grave situación del país. Federico le dice que es imposible porque no puede faltar al encuentro familiar en la Huerta de San Vicente granadina por el día de San Federico, que era su santo y el de su padre. Partió esa misma noche. Al día siguiente, el 17 de julio, estalla en Marruecos la rebelión del ejército contra la República. El 18 comienza la guerra civil y Granada es tomada por los insurrectos.
El 20 de julio, Manuel Fernández Montesinos, alcalde de Granada, y esposo de Conchita García Lorca, hermana del poeta, es detenido junto a otros concejales del ayuntamiento a la cárcel de la capital. Unas semanas más tarde dos hombres armados entraron en la casa de la Huerta de San Vicente buscando al hermano del casero y al no encontrarlo maltrataron a éste y salió en defensa suya Federico el cual también fue golpeado y fue amenazado. La preocupación de la familia fue en aumento y Lorca llamó por teléfono a su amigo el poeta Luis Rosales (1910-1992), cuyos hermanos eran falangistas conocidos, para que fuera a su casa y decidieran donde podía ir Federico. Entre las opciones posibles (otra también era ir a la casa de Falla) se decidió que fuera a casa de Rosales, porque pensaban que era el sitio más seguro ya que ahí vivían sus hermanos de la Falange. De esta forma el 9 de agosto se instala el poeta en casa de los Rosales.
El 16 de agosto fue fusilado su cuñado Manuel Fernández Montesinos y esa misma tarde es detenido Federico en casa de los Rosales. La orden venía del gobernador, comandante Valdés, vil culpable de la muerte de miles de republicanos granadinos. La noche del 16 y los días 17 y 18 permaneció Lorca detenido en el edificio del Gobierno Civil. Fueron inútiles los esfuerzos que hicieron Luis Rosales, su hermano Pepe y Manuel de Falla para salvarle. La noche del 18 fue conducido, junto a otros presos, a la Colonia, en Viznar.
La Colonia era entonces una antigua residencia de verano para escolares y allí eran mandados los presos por orden de Valdés para ser fusilados. Al amanecer del día 19 fue sacado, por orden del capitán Nestares -que tenía su cuartel general de la Falange en Viznar- y llevado con otros detenidos -un maestro de escuela y dos banderilleros- a pie y esposado por el camio que lleva de Viznar a Alfacar. A medio camino, poco antes de llegar a la Fuente Grande -llamada por los árabes Ainadamar o Fuente de las Lágrimas- el jefe de la escolta (la llamada "escuadra negra") dio la orden de abrir fuego. La descarga fue por la espalda y los cuatro cuerpos cayeron ensangrentados junto a un olivar del camino, donde horas más tarde fueron enterrados.
Obra cronológica
Testimonios
Jorge Guillén (1893-1984)
No hay soledad que no sea social. "Pour qui écrit-on?", interroga Sartre. "Para ti, lector", contesta Jean Cassou. Ese personaje no es un ente más o menos intemporal. León Fulano y Zutano; sucesivos lectores imprevisibles, sucesiva realidad que no se cierra en cómputo. Para Federico García Lorca, el lector primero -el único a quien él, no el poema, buscaba- no era el lector, sino el oyente. Como el "cante jondo" rehúye el "tablao" y se confina en la intimidad de la juerga, el "cante jondo" de nuestro gran andaluz se manifiesta dentro de la juerga poética. Así llamaba yo a las recitaciones de Federico. Al principio el romance gitano florece como a la sombra de esos recónditos patios de Andalucía: tapias de cal y mucho cielo. Hoy, el auditorio de Lorca -un Lorca ya sin Federico- es el más extenso conquistado por un escritor de lengua española, después de Cervantes y Calderón.
Luis Buñuel (1900-1983)
De todos los seres vivos que he conocido, Federico es el primero. No hablo ni de su teatro ni de su poesía, hablo de él. La obra maestra era él. Me parece, incluso, difícil encontrar alguien semejante. Ya se pusiera al piano para interpretar a Chopin, ya improvisara una pantomima o una breve escena teatral, era irresistible. Podía leer cualquier cosa, y la belleza brotaba siempre de sus labios. Tenía pasión, alegría, juventud. Era como una llama.
Vicente Aleixandre (1898-1984)
Me leía sus Sonetos del amor oscuro, prodigio de pasión, de entusiasmo, de felicidad, de tormento, puro y ardiente monumento al amor, en que la primera materia es ya la carne, el corazón, el alma del poeta en trance de destrucción. Sorprendido yo mismo no pude menos que quedarme mirándole y exclamar: "Federico, ¡qué corazón! ¡Cuánto ha tenido que amar, cuánto que sufrir!" Me miró y se sonrió como un niño. Al hablar así no era yo probablemente el que hablaba. Si esa obra no se ha perdido; si para honor de la poesía española y deleite de las generaciones hasta la consumación de la lengua, se conservan en alguna parte de los originales, cuántos habrá que sepan, que aprendan y conozcan la capacidad extraordinaria, la hondura y la capacidad sin par del corazón de su poeta.
Luis Cernuda
Nadie, ningún poeta entre los actuales españoles con tantos derechos como Federico García Lorca para ser pura y hondamente popular.
Rafael Alberti
¡Noche inolvidable la de nuestro primer encuentro! Había magia, duende, algo irresistible en todo Federico. ¿Cómo olvidarlo después de haberlo visto o escuchado una vez? Era, en verdad, fascinante: cantando, solo o al piano, recitando, haciendo bromas e incluso diciendo tonterías.
Salvador Dalí
La sombra de Maldoror se cernía sobre mi vida, y fue precisamente en ese periodo cuando, por la duración de un eclipse, otra sombra, la de Federico García Lorca, vino a oscurecer la virginal originalidad de mi espíritu y de mi carne. Evitaba a Lorca y al grupo, que cada vez se convertía más en su grupo. Era éste el momento culminante de su irresistible influencia personal, y el único momento de mi vida en que creí atisbar la tortura que puede haber en los celos.
Virginia Higginbotham
Enajenado de la sociedad, mediando la brutalidad humana, Lorca, como Lautréamont, expresó su amargura y confusión con la grotesca combinación de cuerpos animales y humanos.
Francisco García Lorca
García Lorca ha venido a ser el poeta más representativo de la poesía española, de hecho lo es. Sin tratar de establecer una escala valorativa, el poeta incorpora, en su peculiar vocación por lo poético, unas esencias y actitudes que hacen que su voz asuma como una resonancia colectiva, que en él no fue un propósito, ni siquiera una entrega, sino un natural reflejo de su ser.
Francisco Umbral
Él será siempre un artista de lo oscuro sin otro camino de comprensión y comunicación que el conocimiento poético. Él está irremediablemente ligado a las potencias sin nombre. Él no pertenece a las esbeltas de lo apolíneo, sino a la turbia élite de lo dionisíaco.
Ian Gibson
Creo que la fatal decisión fue tomada poco después de las diez de la noche del 18 de agosto, y con todas las aprobaciones oficiales necesarias de la suprema autoridad nacionalista de Andalucía. Uno de los íntimos del gobernador, un tal Germán Fernández Ramos, quien antes de la sublevación jugaba a las cartas habitualmente con Valdés, contó a un amigo íntimo suyo, antes de morir, cómo se había dado la orden de matar a Lorca. Valdés tenía una radio en el Gobierno Civil y todas las noches entraba en contacto con su inmediato superior, el general Queipo de Llano, después de la habitual arenga de éste por los micrófonos de Radio Sevilla. Valdés no sabía qué hacer con Lorca y una noche -creo que la del 18 de agosto- le informó a Queipo que había sido detenido el poeta. "¿Qué hago con él? -le preguntó-. Está aquí desde hace dos días." Queipo le contestó: "Dale café, mucho café." Frase habitual que significaba "quitárselo de en medio cuanto antes".
Biografía fotográfica de Federico García Lorca
En la primera foto de la izquierda arriba, de este primer grupo de seis, aparece la casa donde nació Lorca. Su padre aparece de espaldas enfrente de la entrada. La siguiente foto aparece su padre, don Federico García Rodríguez; en la siguiente su madre Vicenta Lorca Romero. Lorca tenía un año de edad en la siguiente fotografía a la izquierda donde aparece montado en un caballo de juguete. Era el día de su cumpleaños. La foto de en medio él está en el centro con un gorro blanco. Son los escolares de su colegio de Fuente Vaqueros y su profesor Antonio Rodríguez Espinosa. En la foto de la derecha de esta fila Lorca tiene seis años.
A la izquierda Federico con 12 años de edad. En la foto de la derecha aparece junto a su madre y sus tres hermanos-Francisco, Concha e Isabel- en su casa de Granada, ciudad en la que la familia se había trasladado en 1909. En la fotografía de abajo el poeta aparece junto a Rafael Agudo, Antonio Luna, José Segura y el músico Manuel de Falla. El poeta y el compositor mantuvieron una intensa y fructífera amistad.
En la foto de arriba, 1917, el poeta aparece con el profesor Domínguez Berrueta y los compañeros de estudios, Gómez Ortega y Luis Mariscal en Granada. A la izquierda aparece con Salvador Dalí, su más íntimo amigo, y Pepín Bello, durante su etapa de la Residencia de Estudiantes en Madrid. En la fotografía de la derecha está con su hermana Concha, con la que compartía su afición por la música. Ella era la mayor de sus hermanas.
En la primera foto de este grupo de seis aparece el joven Federico en su adolescencia sentado frente a su piano. La música fue su pasión junto con la literatura. En la foto siguiente aparece junto a Juan Ramón Jiménez y su esposa Zenobia, durante una visita que el poeta de Moguer hizo a Granada. También aparece en la fotografía, tomada en los jardines del Generalife, Isabelita García Lorca. En la siguiente aparece Lorca ya con sus característicos rasgos faciales: frente ancha y larga, cejas pobladas, ojos profundos y con una cierta expresión de tristeza. En la fotografía de abajo, a la izquierda, aparece el poeta junto al pintor Manuel Angeles Ortiz. Ambos artistas colaboraron en la organización de la Fiesta del Cante Jondo, celebrada en Granada en 1922. En la foto de en medio aparece la Casa de la Huerta de San Vicente, en las afueras de Granada, donde la familia de Federico solía pasar los veranos. En la foto de la derecha aparece uno de los dibujos que hizo por aquella época. Se realizó en 1924 y representa a la Virgen de los Siete Dolores. Este dibujo lo tenía colgado en la cabecera de su cama en la Residencia de Estudiantes y se lo regaló a Gregorio Prieto poco después de conocerle.
Aquí aparece el poeta junto a Salvador Dalí en casa de la familia de éste en Cadaqués, Gerona, durante la primavera de 1925. A la derecha está Federico vestido a la usanza árabe en 1927. La fotografía está dedicada a Pepín Bello, amigo y compañero de Lorca en la Residencia de Estudiantes.Abajo está Lorca con Ana María Dalí, su hermano Salvador, Regino Sainz de la Maza y otros amigos durante la segunda estancia del poeta en Cadaqués, mayo de 1927.
A la izquierda Federico con Dalí en Barcelona en mayo de 1927. Era la época en que ambos preparaban el estreno de Mariana Pineda (a la derecha monumento dedicado a ella en Granada, cerca de la casa donde vivía Lorca) con decorados de Salvador Dalí. Abajo una cena homenaje que se le hizo a García Lorca con motivo del estreno de Mariana Pineda en Granada. En ella aparecen de izquierda a derecha: Lorca (2), Margarita Xirgu (1), Falla (3), la actriz Julia Pacheco y el padre del poeta, Federico García Rodríguez. En el grupo también aparece Fernando de los Ríos (4) y otros amigos de Lorca.
En este grupo de fotos tenemos arriba a la izquierda a Federico con Salvador Dalí en 1927 en el que el pintor hacía el servicio militar. En la siguiente con el escritor cubano Luis Rodríguez Embil, en la terraza del Habana Yacht Club, en abril de 1930. La fotografía fue tomada por José María Chacón y Calvo, otro escritor cubano que también era amigo de Federico. Arriba a la derecha: Lorca en Granada en 1927. Esta foto la dedicó el poeta a su amigo, el crítico catalán, Sebastián Gasch. En la fotografía de abajo a la izquierda aparecen en el siguiente orden, de izquierda a derecha: Font, J. V. Foix, Sebastián Gasch, Luis Muntanyá, José Carbonell, García Lorca, Salvador Dalí y M. A. Cassanyes. Este grupo de amigos catalanes eran los animadores de la revista de vanguardia L'Amic de les Arts. En la fotografía de en medio, realizada en Madrid en 1931, después de una comida de varios amigos, están junto a Lorca dos de sus grandes amigos pertenecientes también a la generación del 27: Vicente Aleixandre, a la izquierda, y Luis Cernuda, de pie, en medio. En la última foto Federico junto a otros dos grandes poetas del 27: Pedro Salinas, en medio con sombrero y Rafael Alberti.
En fotografía central aparecen de izquierda a derecha: Jaime Torres Bodet, Ángel Vegue, Pedro Salinas, Juan Guerrero Ruíz, García Lorca, Luis Cernuda, León Sánchez Cuesta, Matilde Pomés, Oscar Esplá, José Bergamín, Claudio de la Torre y, sentado, Gerardo Diego. La fotografía es del homenaje que los poetas españoles ofrecieron a la hispanista francesa Matilde Pomés. A la izquierda aparece Lorca, a principios del verano de 1929, pasando unas semanas de vacaciones en el campo en Eden Mills, Vermont, invitado por un amigo norteamericano, que fue el que le hizo la fotografía. A la derecha Federico en el puerto de La Habana, en junio de 1930, poco antes de su viaje de regreso a España.
La fotografía de la izquierda se la hizo el fotógrafo cubano Rembrandt durante la estancia del poeta en La Habana. Apareció en la revista Musicalia. A la derecha aparece Federico ante un cartel del grupo universitario que, bajo su dirección y con el apoyo del Ministerio de Instrucción Pública, representó por diversos lugares de España, obras, principalmente, del Siglo de Oro. La fotografía de abajo fue realizada por Juan Guerrero Ruiz en 1932 en la playa de Alicante. En ella aparece Lorca con el uniforme de La Barraca junto a unos amigos.
Estas tres fotografías pertenecen a la época de La Barraca. En la de la izquierda corresponde a un viaje que hizo Lorca a Galicia en la primavera de 1932. Fue invitado por el Comité de Cooperación Intelectual, organismo fundado por la República. Lorca aparece junto a la Iglesia de San Francisco, en Betanzos, junto a varios amigos gallegos. En la foto central aparecen los miembros de La Barraca en este mismo viaje. A la derecha aparecen la hermana de Federico, Isabel García Lorca y Laura de los Ríos, que más tarde se casaría con Francisco García Lorca, el hermano del poeta. Van vestidas con el uniforme de La Barraca y están en Alicante durante 1932.
La fotografía de arriba a la izquierda Lorca está ante la fuente de la plaza de la Cibeles, en Madrid, 1933. Esta foto apareció en la revista Blanco y Negro, el 5 de marzo de 1933, ilustrando una entrevista concedida por el poeta a Luis Méndez Domínguez. En la siguiente aparece el poeta, con motivo de un viaje que el torero y escritor Ignacio Sánchez Mejías hizo a Madrid, junto a varios escritores del 27. De izquierda a derecha. Pedro Salinas, Sánchez Mejías y Jorge Guillén, en primera fila; detrás, Antonio Marichalar, José Bergamín, Corpus Barga, Vicente Aleixandre, García Lorca y Dámaso Alonso. A la derecha arriba aparece el poeta granadino durante su estancia en Buenos Aires en 1934. En la fila de abajo, a la izquierda, Federico posa en 1934. Bajo el brazo lleva un ejemplar de Llanto por Ignaico Sánchez Mejías. En la fotografía de en medio Lorca aparece junto a la actriz Lola Membrives. Al fondo puede verse el cartel anunciador de Bodas de sangre en su representación número cien en el teatro Avenida de Buenos Aires. A la derecha aparecen los actores de La Barraca en un homenaje ofrecido a Lorca en abril de 1934.
A la izquierda Federico ante el piano de su casa de la Huerta de San Vincente en el verano de 1934. La fotografía la realizó Eduardo Blanco-Amor. A la derecha aparece Lorca con dos sobrinos, hijos de su hermana Concha, en la casa familiar de la Huerta de San Vicente durante junio de 1935. Abajo aparece García Lorca con algunos amigos durante la que sería su última visita a Sevilla, en la primavera de 1935. De izquierda a derecha: Joaquín Romero Murube, Jorge Guillén, García Lorca, Juan Antonio Rubio Sacristán y Pepín Bello.
A la izquierda Federico con su madre en Granada en 1935. En la fotografía superior el poeta y otros escritores de su generación, durante una comida en honor de un grupo de periodistas argentinos, en febrero de 1936. A la izquierda de Federico, que aparece a la derecha de la foto, está Vicente Aleixandre, y en frente, Rafael Alberti, Adolfo Salazar y María Teresa León. En la fotografía de la derecha aparece Lorca junto a la actriz Margarita Xirgu, intérprete de varias de sus obras.
A la izquierda García Lorca junto a la actriz Margarita Xirgu y el escritor Cipriano Rivas Cherif, que fue director del teatro Español desde 1928 a 1935, el 12 de septiembre de 1935 durante el estreno en el Principal Palace de Barcelona de Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores. En la siguiente foto Federico aparece en un banquete en honor del pintor Hernando Vives, en mayo de 1936. Lorca firmó la convocatoria de este banquete y entre los asistentes estaban Neruda, Miguel Hernández, Alberti, Buñuel, José Caballero, María Teresa León, Maruja Mallo, Guillermo de la Torre, etcétera.
Bibliografía: Salvat Ediciones, S.A. Barcelona, 1988 (Biblioteca de grandes biografías). García Lorca de José Luis Cano
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Lorca el día de su primer cumpleaños |
Cuando Federico tenía cinco o seis años se trasladaron a un pueblo vecino; Valderrubio -en otro tiempo llamado Asquerosa- donde el poeta pasó los mejores años de su vida. En 1908 pasó unos meses en Almería estudiando como alumno y pupilo de su maestro de Fuente Vaqueros, Antonio Rodríguez Espinosa, al cual habían trasladado a esa ciudad para llevar una escuela. En este año empezó sus primeros estudios oficiales de música.
En 1909 la familia de Lorca se trasladó a vivir a Granada donde empezó a estudiar bachillerato en el Colegio del Sagrado Corazón que dirigía su tío, don Joaquín Alemán. Aunque Federico no le gustaba mucho los estudios logró sacarse el bachillerato en 1915 y al año siguiente comenzó sus estudios en la Universidad de Granada de Derecho y Filosofía y Letras y que ya se había matriculado en el curso preparatorio en 1914. Fue por estas fechas donde comienza a escribir sus primeras poesías y frecuenta ambientes literarios donde conoce a otros artistas y escritores. También durante estos años continua sus estudios de guitarra y piano.
En 1917 realizó un viaje estudiantil donde conoció a Antonio Machado, que era profesor de francés del Instituto de Baeza, y a Miguel de Unamuno. Fruto de aquel viaje escribió su primer libro, Impresiones y paisajes, que se publicó en 1918, y que dedicó a su viejo maestro de música ya que por aquel entonces amaba tanto la música o más que la literatura e incluso había compuesto algunas piezas que hoy, por desgracia, están perdidas. También conoció y tuvo una gran amistad con Manuel de Falla (1876-1946).
Lorca con Salvador Dali, a su derecha, y con Pepín Bello en su época de la Residencia de Estudiantes |
En marzo de 1920 estrenó su primera obra dramática: El maleficio de la mariposa. Lo hizo en el teatro Eslava de Madrid y fue un rotundo fracaso. Al año siguiente publica su primer libro de poesía, Libro de poemas, el cual tampoco obtuvo éxito pero que sí atrajo la atención de Juan Ramón Jiménez, poeta indiscutible de la poesía joven de entonces, y pidió a Federico que colaborase en su nueva revista literaria, que acababa de fundar, Índice.
En 1922 organiza en la plaza de los Aljibes, de la Alhambra, Granada, junto a Manuel de Falla, la Fiesta del Cante Jondo, un festival-concurso en cuyo jurado, aparte del mismo Falla, estaba Andrés Segovia, y el "emperaor" del cante jondo, Antonio Chacón. El festival duró varios días y obtuvo un gran éxito. También junto a Falla, en 1923, emprende una pequeña empresa de arte dedicada a un público juvenil. Se trataba de teatro de cristobitas (guiñol) cuya primera función, La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón, la realizó con la ayuda musical de Falla y la representó en la sala de su casa que tenía en Granada a la que asistieron un centenar de niños. Ese mismo año consiguió, finalmente, obtener la licenciatura en Derecho.
Federico con algunos amigos y Manuel de Falla (derecha) en una excursión por Sierra Nevada |
A mediados de febrero de 1926 Federico lee, con gran éxito, en el Ateneo de Granada, una conferencia sobre "La imagen poética de Luis de Góngora" y es publicado por el periódico granadino El Defensor. También trabaja en un poema largo, "La sirena y el caribinero" y en una Soledad en homenaje a Luis de Góngora, cuyo aniversario por su fallecimiento se acercaba ya que era al año siguiente. En abril publica en la Revista de Occidente su "Oda a Salvador Dalí" y ese mismo mes lee en el Ateneo de Valladolid, presentado por Jorge Guillén, poemas de sus libros en preparación Canciones, Poema del cante jondo y el Romancero gitano.
Por octubre de 1926 invita a su casa de Granada a Emilio Prados, que había conocido en la Residencia de Estudiantes de Madrid, y que ahora vivía en Málaga, su ciudad natal. Ese mismo mes tiene lugar un homenaje a Pedro Soto de Rojas, poeta granadino del siglo XVII, donde Federico interviene con una conferencia sobre el poeta del barroco. Antes de regresar a Málaga, Prados consigue que Lorca le entregue los originales de su libro Canciones, que acababa de terminar, para publicarlo en su nueva revista (Litoral) que pensaba editar con un primer número en noviembre. Publicó tres romances de Federico: "San Miguel", "Prendimiento de Antoñito el Camborio" y "Preciosa y el aire". Pero a punto estuvo de costarle su amistad con Prados ya que los mencionados romances se publicaron con grandes erratas.
En el verano de este año también expone veinticuatro dibujos en las Galerías Dalmau, de Barcelona y a finales, en diciembre, viaja a Sevilla junto a los escritores, también de la generación del 27, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Rafael Alberti, Mauricio Bacarisse, Jorge Guillén, José Bergamín y Juan Chabás, para dar unas conferencias en el Ateneo sevillano. En estos encuentros y excursiones que hacían conoció, aparte de otros, a Luis Cernuda, el cual todavía no había publicado ningún libro y era unos años más joven que Lorca.
Después de una larga preparación, en febrero de 1928 aparece, por fín, el primer número de la revista Gallo pero con un estilo surrealista y no muy comprendido de la sociedad de la época la revista solo duró dos números. Por abril publica su Romancero gitano en las ediciones de la Revista de Occidente, que dirige Ortega y Gasset, libro ya muy esperado porque desde 1924 son sus primeros romances. El éxito fue fulminante de crítica y público. A pesar de este éxito ese mismo verano pasó por una gran depresión debido a asuntos sentimentales lo que melló en su carácter y su producción literaria. En diciembre lee en la Residencia de Estudiantes su conferencia sobre "Las nanas infantiles" y publica en la Revista de Occcidente su "Oda al Santísimo Sacramento". Lorca estaba pasando malos momentos sentimentales y se acentuaron a finales de ese año.
Federico en 1929. Viste con atuendo deportivo en la Universidad de Columbia de Nueva York. |
En 1930, durante la primavera, viaja a Cuba. La Habana, capital de la isla, le cautivó desde el principio y solía decir: "Me siento cómo en Cádiz". Fue una ciudad, después de la experiencia de Nueva York, en la que se sintió muy bien acogido y se encontró muy a gusto. El clima agradable y volver a escuchar a las gentes hablar su lengua materna hizo que se sintiera como en España.En La Habana reanudó Federico su amistad con Adolfo Salazar (1890-1958), que vivía en la capital cubana, y escribió varias escenas de dos obras de teatro que había empezado a escribir en Nueva York: El público y Así que pasen cinco años. También tuvo un encuentro con poetas cubanos de la revista Avance. En una revista de La Habana, Musicalia, publicó su "Son de negros de Cuba", escrito entonces, e inspirado en los sones afrocubanos, que ya había cultivado Emilio Ballagas (1908-1954).
Para el otoño decidió regresar a España y visitar su Granada querida. Según contó a sus más allegados amigos, el viaje por las américas le sirvió para salir de su "penumbra sentimental" y volver a ser como era antes. En diciembre estrena en el teatro Español, de Madrid, La zapatera prodigiosa, por la compañía de Margarita Xirgu y dirigida por Rivas Cherif (1891-1967). Esta obra se mantuvo poco tiempo en cartel ya que la convulsión política y social que vivía España en aquellos años, donde se derogó a la Monarquía y se instauró de nuevo la República, hacía que la gente estuviera más pendiente de los acontecimientos políticos que de los estrenos teatrales.
Fotografía hecha en Madrid en 1931. En ella aparecen Dámaso Alonso, a la izquierda, Luis Cernuda, García Lorca y Vicente Aleixandre. |
En los primeros meses de 1932 Lorca se dedica a dar varias conferencias en Valladolid, Sevilla, Salamanca, Galicia y San Sebastián. Este año da a conocer su proyecto de La Barraca, un teatro itinerante que Lorca quería que recorriese todos los pueblos de España dando a conocer el teatro clásico español; desde los entremeses de Cervantes hasta los dramas de Lope de Vega y Calderón de la Barca. En junio prepara los ensayos en la Residencia de Señoritas y la primera actuación tuvo lugar el mismo mes en la plaza de Burgo de Osma, representándose dos entremeses de Cervantes: La guarda cuidadosa y La cueva de Salamanca. En Madrid, en el paraninfo de la Universidad Central, sus representaciones tuvieron un éxito rotundo y lo mismo ocurrió en la Universidad de Verano de Santander. Tal era su dedicación a La Barraca que para preparar su puesta en escena del Peribáñez de Lope, y según cuenta Pablo Neruda, se recorrió todos los pueblos de Extremadura para encontrar los trajes auténticos que las viejas familias guardaban en sus arcas desde el siglo XVII. A pesar esta dedicación a La Barraca, Federico continuó con su obra literaria y con sus círculos de amigos y conferencias. En diciembre hace lectura, aprovechando que su compañía de teatro estaba en Barcelona, en el Conferencia Club de Poeta en Nueva York, y que no sería publicado por primera vez hasta 1940, cuatro años después de su muerte.
El 8 de marzo de 1933 estrena en el teatro Beatriz, de Madrid, su gran obra Bodas de sangre por la compañía de Josefina Díaz de Artigas (1891-1976). Al estreno acuden toda la generación del 27 al completo (Guillén, Aleixandre, Altolaguirre, Cernuda, etc...) y Jacinto Benavente, Miguel de Unamuno, Ortega y Gasset, los hermanos Quintero, entre las figuras más destacadas de otros muchos. La obra se basa en un suceso real, que publicaron los periódicos, y que acaeció en un pueblo de Almería. En abril colabora con Pura Ucelay, directora del Club Teatral Anfistora, en la creación de los Clubs Teatrales de Cultura, cuyo objetivo era que el arte estuviera al alcance de todos. En abril, en el teatro Español y como actividad inagural del Club Teatral de Madrid estrena dos piezas: La zapatera prodigiosa (que ya había sido estrenada por Margarita Xirgu) y Amor de don Perlimplin con Belisa en su jardín, que era inédita y tenía escrita desde 1928.
Federico y la actriz Josefina Díaz de Artigas, vestida para el estreno de Bodas de sangre en el teatro Beatriz de Madrid en 1933. |
En verano trabaja en Yerma y continúa su labor de dirección de La Barraca con actuaciones en la Universidad de Verano de Santander. En septiembre, tras unas semanas de estancia en Granada y volver a Madrid, viaja a Buenos Aires en octubre aceptando una invitación de la Sociedad de Amigos del Arte, muy prestigiosa, para dar conferencias y asistir a la representación de Bodas de sangre por la compañía de Lola Membrives (1888-1969).
Hasta marzo de 1934 estuvo Federico en Argentina, donde dirigió en los teatros de Buenos Aires sus obras Mariana Pineda, Bodas de sangre y La zapatera prodigiosa con un éxito rotundo. Antes, a finales de enero viajó a Montevideo, capital de Uruguay, donde dio varias conferencias y asistió al homenaje al pintor Rafael Barradas a quien había conocido en Barcelona. En marzo dirige la adaptación de La dama boba de Lope en el teatro de la Comedia de Buenos Aires. El 25 de ese mes inicia el viaje de regreso a España haciendo escala en Río de Janeiro. En mayo sus amigos le ofrecen una cena homenaje en Madrid y en julio le visita Pablo Neruda, que fue nombrado cónsul de Chile. y su amistad se hace más íntima. En agosto está con su compañía La Barraca en Santander cuando le llega la trágica noticia del fallecimiento de su amigo Ignacio Sánchez Mejías que había sufrido una grave cogida en la plaza de Manzares (Ciudad Real) el 11 de agosto y que falleció, como consecuencia de la misma, el día 13. En septiembre escribe la elegía Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, uno de sus más hermosos y emotivos poemas. A finales de año estrena en el teatro Español de Madrid, su obra Yerma.
En abril de 1935 hace una excursión a Sevilla, en la cual lee su Llanto por Ignacio Sánchez Mejías en el palacio del Alcázar ante Jorge Guillén, Joaquín Romero Murube, Pepín Bello y Claudio Guillén, que era un niño por entonces (contaba 10 años) y era hijo de Jorge Guillén. En mayo dirige su pieza El retablillo de don Cristóbal en el guiñol La Tarumba con motivo de la Feria del Libro. En junio termina Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores. En septiembre marcha a Barcelona, tras un descanso en Granada, para los ensayos y estreno de Yerma. En diciembre estrena en el Principal Palace de la ciudad Condal Doña Rosita y es homenajeado por sus amigos catalanes.
Este famoso retrato de Lorca se lo hizo su amigo Gregorio Prieto en mayo de 1936. |
El 9 de febrero se hizo un homenaje a Rafael Alberti por su regreso de Rusia que se había convocado por la prensa. La convocatoria la firman Antonio Machado, Luis Cernuda, José Bergamín, León Felipe, Ramón Sender, Manuel Altolaguirre, Luis Buñuel y el propio Lorca. El acto tuvo lugar en el café Nacional de la calle Toledo y en donde Federico lee un manifiesto de los escritores españoles contra el fascismo y a favor del Frente Popular.
En febrero asiste al homenaje que se hizo a Valle-Inclán en el teatro de la Zarzuela de Madrid y dirigido por Alberti y María Teresa León (1903-1988) y organizado por el Ateneo. Federico intervino leyendo dos poemas de Rubén Darío dedicados a Valle-Inclán y el prólogo de Voces de gesta. El acto tenía su significación política y los organizadores lo sabían. Y es que la lucha por el Frente Popular se hallaba en pleno apogeo. Federico encabezó el manifiesto con su firma que los intelectuales hicieron en favor de dicho Frente la víspera de las elecciones. El 18 de febrero la izquierda obtiene la victoria y el Frente Popular se hace con el poder. Pocos días más tarde, Antonio Machado, Ángel Ossorio, el doctor Hernando, Manuel Hazaña y Julio Álvarez del Vayo firman el manifiesto de la Unión Universal por la Paz, en nombre del comité español, y el diario El Sol publica las adhesiones de muchos escritores e intelectuales españoles entre los cuales está Lorca, Azorín, Alejandro Casona, el doctor Lafora, José Bergamín, Oscar Esplá, etc...
A principios de marzo es invitado por el Ateneo guipuzcuano para dar una conferencia sobre su Romancero gitano y en la cual se reencuentra con el poeta Gabriel Celaya, al cual ya conocía de su época de la Residencia de Estudiantes. El día 1 de abril firma junto a Rafael Alberti, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre, Ramón Sender y otros escritores un manifiesto pidiendo la libertad del líder revolucionario brasileño Luis Carlos Prestes. El día 7 en una entrevista concedida al periódico La Voz expresa su deseo de viajar a México, vía Nueva York, donde piensa reunirse con Margarita Xirgu que ha de estrenar sus obras en la capital mexicana y donde dará una conferencia sobre Quevedo. El 19 de abril participó en el homenaje que se hizo a Luis Cernuda por la publicación de su libro La realidad y el deseo.
Una de las últimas fotos de Federico. Era junio de 1936 durante una visita a la finca Miralcampo del conde de Romanones. |
Dos días antes de que estallara la guerra civil, el 16 de julio, expresa en casa de su amigo Rafael Martínez Nadal (1877-1941) su deseo de marchar a Granada, cosa que este le desaconseja por la grave situación del país. Federico le dice que es imposible porque no puede faltar al encuentro familiar en la Huerta de San Vicente granadina por el día de San Federico, que era su santo y el de su padre. Partió esa misma noche. Al día siguiente, el 17 de julio, estalla en Marruecos la rebelión del ejército contra la República. El 18 comienza la guerra civil y Granada es tomada por los insurrectos.
El 20 de julio, Manuel Fernández Montesinos, alcalde de Granada, y esposo de Conchita García Lorca, hermana del poeta, es detenido junto a otros concejales del ayuntamiento a la cárcel de la capital. Unas semanas más tarde dos hombres armados entraron en la casa de la Huerta de San Vicente buscando al hermano del casero y al no encontrarlo maltrataron a éste y salió en defensa suya Federico el cual también fue golpeado y fue amenazado. La preocupación de la familia fue en aumento y Lorca llamó por teléfono a su amigo el poeta Luis Rosales (1910-1992), cuyos hermanos eran falangistas conocidos, para que fuera a su casa y decidieran donde podía ir Federico. Entre las opciones posibles (otra también era ir a la casa de Falla) se decidió que fuera a casa de Rosales, porque pensaban que era el sitio más seguro ya que ahí vivían sus hermanos de la Falange. De esta forma el 9 de agosto se instala el poeta en casa de los Rosales.
Última foto de Lorca. Fue hecha pocos días antes de que partiera para Granada en julio de 1936. |
La Colonia era entonces una antigua residencia de verano para escolares y allí eran mandados los presos por orden de Valdés para ser fusilados. Al amanecer del día 19 fue sacado, por orden del capitán Nestares -que tenía su cuartel general de la Falange en Viznar- y llevado con otros detenidos -un maestro de escuela y dos banderilleros- a pie y esposado por el camio que lleva de Viznar a Alfacar. A medio camino, poco antes de llegar a la Fuente Grande -llamada por los árabes Ainadamar o Fuente de las Lágrimas- el jefe de la escolta (la llamada "escuadra negra") dio la orden de abrir fuego. La descarga fue por la espalda y los cuatro cuerpos cayeron ensangrentados junto a un olivar del camino, donde horas más tarde fueron enterrados.
Obra cronológica
- Impresiones y paisajes (1918) -Primera obra de Lorca y el único libro en prosa.
- El maleficio de la mariposa (1920) -Fue su primera obra dramática.
- Libro de poemas (1920) -Su primer libro de poesía.
- La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón (1923) -Obra para teatro de guiñol. Fue su primera obra que representó en el salón de su casa en una empresa que montó junto a Manuel de Falla.
- Oda a Salvador Dalí (1926)
- Mariana Pineda (1927) -Obra de teatro que había terminado ya en 1925.
- Canciones (1927)
- Romancero gitano (1928) -Obra maestra del poeta granadino. La escribió entre 1924 y 1927.
- Oda al Santísimo Sacramento (1928) -Esta oda la publicó en la Revista de Occidente.
- Retablillo de Don Cristóbal (1928) -Obra de guiñol. Su título original es: Los títeres de cachiporra. Tragicomedia de Don Cristóbal y la señá Rosita. Farsa guiñolesca en seis cuadros y una advertencia.
- Son de negros de Cuba (1930) -Publicó en la revista Musicalia de La Habana.
- El público (1930) -Esta obra de teatro no se estrenaría hasta 1984 en Polonia. En castellano y a nivel mundial el estreno se produjo en 1986.
- La zapatera prodigiosa (1930)
- Poema del cante jondo (1931) -Aunque se publicó este año Lorca ya lo tenía escrito desde 1921.
- Así que pasen cinco años (1931)
- Bodas de sangre (1933) -Su más famosa y exitosa obra teatral. Está basada en hechos reales.
- Amor de don Perlimplín y con Belisa en su jardín (1933) -La tenía escrita desde 1928.
- Yerma (1934)
- Llanto por Ignacio Sánhez Mejías (1935) -Lorca la escribió en septiembre de 1934 por la muerte de su amigo Ignacio Sánchez Mejías, torero, que fue cogido mientras realizaba una corrida muriendo varios días después.
- Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (1935)
- Seis poemas gallegos (1935) -Escritos en gallego entre 1932 y 1934.
- Primeras canciones (1936) -Escritas en 1922.
- La casa de Bernarda Alba (1936)
Obras publicadas póstumamente
- Poeta en Nueva York (1940) -Escrita por Federico entre 1929 y 1930 en su viaje a Estados Unidos. El poeta leyó su obra en varias ocasiones en conferencias y reuniones pero no fue publicada, por primera vez, hasta 1940.
- Diván del Tamarit (1940)
- Sonetos del amor oscuro -Este no es un libro concebido por el poeta granadino como tal. Se publicaron tras su muerte en diferentes versiones y recopilaciones.
- La fuerza de la sangre -Obra inacabada.
Testimonios
Jorge Guillén (1893-1984)
No hay soledad que no sea social. "Pour qui écrit-on?", interroga Sartre. "Para ti, lector", contesta Jean Cassou. Ese personaje no es un ente más o menos intemporal. León Fulano y Zutano; sucesivos lectores imprevisibles, sucesiva realidad que no se cierra en cómputo. Para Federico García Lorca, el lector primero -el único a quien él, no el poema, buscaba- no era el lector, sino el oyente. Como el "cante jondo" rehúye el "tablao" y se confina en la intimidad de la juerga, el "cante jondo" de nuestro gran andaluz se manifiesta dentro de la juerga poética. Así llamaba yo a las recitaciones de Federico. Al principio el romance gitano florece como a la sombra de esos recónditos patios de Andalucía: tapias de cal y mucho cielo. Hoy, el auditorio de Lorca -un Lorca ya sin Federico- es el más extenso conquistado por un escritor de lengua española, después de Cervantes y Calderón.
Luis Buñuel (1900-1983)
De todos los seres vivos que he conocido, Federico es el primero. No hablo ni de su teatro ni de su poesía, hablo de él. La obra maestra era él. Me parece, incluso, difícil encontrar alguien semejante. Ya se pusiera al piano para interpretar a Chopin, ya improvisara una pantomima o una breve escena teatral, era irresistible. Podía leer cualquier cosa, y la belleza brotaba siempre de sus labios. Tenía pasión, alegría, juventud. Era como una llama.
Vicente Aleixandre (1898-1984)
Me leía sus Sonetos del amor oscuro, prodigio de pasión, de entusiasmo, de felicidad, de tormento, puro y ardiente monumento al amor, en que la primera materia es ya la carne, el corazón, el alma del poeta en trance de destrucción. Sorprendido yo mismo no pude menos que quedarme mirándole y exclamar: "Federico, ¡qué corazón! ¡Cuánto ha tenido que amar, cuánto que sufrir!" Me miró y se sonrió como un niño. Al hablar así no era yo probablemente el que hablaba. Si esa obra no se ha perdido; si para honor de la poesía española y deleite de las generaciones hasta la consumación de la lengua, se conservan en alguna parte de los originales, cuántos habrá que sepan, que aprendan y conozcan la capacidad extraordinaria, la hondura y la capacidad sin par del corazón de su poeta.
Luis Cernuda
Nadie, ningún poeta entre los actuales españoles con tantos derechos como Federico García Lorca para ser pura y hondamente popular.
Rafael Alberti
¡Noche inolvidable la de nuestro primer encuentro! Había magia, duende, algo irresistible en todo Federico. ¿Cómo olvidarlo después de haberlo visto o escuchado una vez? Era, en verdad, fascinante: cantando, solo o al piano, recitando, haciendo bromas e incluso diciendo tonterías.
Salvador Dalí
La sombra de Maldoror se cernía sobre mi vida, y fue precisamente en ese periodo cuando, por la duración de un eclipse, otra sombra, la de Federico García Lorca, vino a oscurecer la virginal originalidad de mi espíritu y de mi carne. Evitaba a Lorca y al grupo, que cada vez se convertía más en su grupo. Era éste el momento culminante de su irresistible influencia personal, y el único momento de mi vida en que creí atisbar la tortura que puede haber en los celos.
Virginia Higginbotham
Enajenado de la sociedad, mediando la brutalidad humana, Lorca, como Lautréamont, expresó su amargura y confusión con la grotesca combinación de cuerpos animales y humanos.
Francisco García Lorca
García Lorca ha venido a ser el poeta más representativo de la poesía española, de hecho lo es. Sin tratar de establecer una escala valorativa, el poeta incorpora, en su peculiar vocación por lo poético, unas esencias y actitudes que hacen que su voz asuma como una resonancia colectiva, que en él no fue un propósito, ni siquiera una entrega, sino un natural reflejo de su ser.
Francisco Umbral
Él será siempre un artista de lo oscuro sin otro camino de comprensión y comunicación que el conocimiento poético. Él está irremediablemente ligado a las potencias sin nombre. Él no pertenece a las esbeltas de lo apolíneo, sino a la turbia élite de lo dionisíaco.
Ian Gibson
Creo que la fatal decisión fue tomada poco después de las diez de la noche del 18 de agosto, y con todas las aprobaciones oficiales necesarias de la suprema autoridad nacionalista de Andalucía. Uno de los íntimos del gobernador, un tal Germán Fernández Ramos, quien antes de la sublevación jugaba a las cartas habitualmente con Valdés, contó a un amigo íntimo suyo, antes de morir, cómo se había dado la orden de matar a Lorca. Valdés tenía una radio en el Gobierno Civil y todas las noches entraba en contacto con su inmediato superior, el general Queipo de Llano, después de la habitual arenga de éste por los micrófonos de Radio Sevilla. Valdés no sabía qué hacer con Lorca y una noche -creo que la del 18 de agosto- le informó a Queipo que había sido detenido el poeta. "¿Qué hago con él? -le preguntó-. Está aquí desde hace dos días." Queipo le contestó: "Dale café, mucho café." Frase habitual que significaba "quitárselo de en medio cuanto antes".
Biografía fotográfica de Federico García Lorca
En la primera foto de la izquierda arriba, de este primer grupo de seis, aparece la casa donde nació Lorca. Su padre aparece de espaldas enfrente de la entrada. La siguiente foto aparece su padre, don Federico García Rodríguez; en la siguiente su madre Vicenta Lorca Romero. Lorca tenía un año de edad en la siguiente fotografía a la izquierda donde aparece montado en un caballo de juguete. Era el día de su cumpleaños. La foto de en medio él está en el centro con un gorro blanco. Son los escolares de su colegio de Fuente Vaqueros y su profesor Antonio Rodríguez Espinosa. En la foto de la derecha de esta fila Lorca tiene seis años.
A la izquierda Federico con 12 años de edad. En la foto de la derecha aparece junto a su madre y sus tres hermanos-Francisco, Concha e Isabel- en su casa de Granada, ciudad en la que la familia se había trasladado en 1909. En la fotografía de abajo el poeta aparece junto a Rafael Agudo, Antonio Luna, José Segura y el músico Manuel de Falla. El poeta y el compositor mantuvieron una intensa y fructífera amistad.
En la foto de arriba, 1917, el poeta aparece con el profesor Domínguez Berrueta y los compañeros de estudios, Gómez Ortega y Luis Mariscal en Granada. A la izquierda aparece con Salvador Dalí, su más íntimo amigo, y Pepín Bello, durante su etapa de la Residencia de Estudiantes en Madrid. En la fotografía de la derecha está con su hermana Concha, con la que compartía su afición por la música. Ella era la mayor de sus hermanas.
En la primera foto de este grupo de seis aparece el joven Federico en su adolescencia sentado frente a su piano. La música fue su pasión junto con la literatura. En la foto siguiente aparece junto a Juan Ramón Jiménez y su esposa Zenobia, durante una visita que el poeta de Moguer hizo a Granada. También aparece en la fotografía, tomada en los jardines del Generalife, Isabelita García Lorca. En la siguiente aparece Lorca ya con sus característicos rasgos faciales: frente ancha y larga, cejas pobladas, ojos profundos y con una cierta expresión de tristeza. En la fotografía de abajo, a la izquierda, aparece el poeta junto al pintor Manuel Angeles Ortiz. Ambos artistas colaboraron en la organización de la Fiesta del Cante Jondo, celebrada en Granada en 1922. En la foto de en medio aparece la Casa de la Huerta de San Vicente, en las afueras de Granada, donde la familia de Federico solía pasar los veranos. En la foto de la derecha aparece uno de los dibujos que hizo por aquella época. Se realizó en 1924 y representa a la Virgen de los Siete Dolores. Este dibujo lo tenía colgado en la cabecera de su cama en la Residencia de Estudiantes y se lo regaló a Gregorio Prieto poco después de conocerle.
Aquí aparece el poeta junto a Salvador Dalí en casa de la familia de éste en Cadaqués, Gerona, durante la primavera de 1925. A la derecha está Federico vestido a la usanza árabe en 1927. La fotografía está dedicada a Pepín Bello, amigo y compañero de Lorca en la Residencia de Estudiantes.Abajo está Lorca con Ana María Dalí, su hermano Salvador, Regino Sainz de la Maza y otros amigos durante la segunda estancia del poeta en Cadaqués, mayo de 1927.
A la izquierda Federico con Dalí en Barcelona en mayo de 1927. Era la época en que ambos preparaban el estreno de Mariana Pineda (a la derecha monumento dedicado a ella en Granada, cerca de la casa donde vivía Lorca) con decorados de Salvador Dalí. Abajo una cena homenaje que se le hizo a García Lorca con motivo del estreno de Mariana Pineda en Granada. En ella aparecen de izquierda a derecha: Lorca (2), Margarita Xirgu (1), Falla (3), la actriz Julia Pacheco y el padre del poeta, Federico García Rodríguez. En el grupo también aparece Fernando de los Ríos (4) y otros amigos de Lorca.
En este grupo de fotos tenemos arriba a la izquierda a Federico con Salvador Dalí en 1927 en el que el pintor hacía el servicio militar. En la siguiente con el escritor cubano Luis Rodríguez Embil, en la terraza del Habana Yacht Club, en abril de 1930. La fotografía fue tomada por José María Chacón y Calvo, otro escritor cubano que también era amigo de Federico. Arriba a la derecha: Lorca en Granada en 1927. Esta foto la dedicó el poeta a su amigo, el crítico catalán, Sebastián Gasch. En la fotografía de abajo a la izquierda aparecen en el siguiente orden, de izquierda a derecha: Font, J. V. Foix, Sebastián Gasch, Luis Muntanyá, José Carbonell, García Lorca, Salvador Dalí y M. A. Cassanyes. Este grupo de amigos catalanes eran los animadores de la revista de vanguardia L'Amic de les Arts. En la fotografía de en medio, realizada en Madrid en 1931, después de una comida de varios amigos, están junto a Lorca dos de sus grandes amigos pertenecientes también a la generación del 27: Vicente Aleixandre, a la izquierda, y Luis Cernuda, de pie, en medio. En la última foto Federico junto a otros dos grandes poetas del 27: Pedro Salinas, en medio con sombrero y Rafael Alberti.
En fotografía central aparecen de izquierda a derecha: Jaime Torres Bodet, Ángel Vegue, Pedro Salinas, Juan Guerrero Ruíz, García Lorca, Luis Cernuda, León Sánchez Cuesta, Matilde Pomés, Oscar Esplá, José Bergamín, Claudio de la Torre y, sentado, Gerardo Diego. La fotografía es del homenaje que los poetas españoles ofrecieron a la hispanista francesa Matilde Pomés. A la izquierda aparece Lorca, a principios del verano de 1929, pasando unas semanas de vacaciones en el campo en Eden Mills, Vermont, invitado por un amigo norteamericano, que fue el que le hizo la fotografía. A la derecha Federico en el puerto de La Habana, en junio de 1930, poco antes de su viaje de regreso a España.
La fotografía de la izquierda se la hizo el fotógrafo cubano Rembrandt durante la estancia del poeta en La Habana. Apareció en la revista Musicalia. A la derecha aparece Federico ante un cartel del grupo universitario que, bajo su dirección y con el apoyo del Ministerio de Instrucción Pública, representó por diversos lugares de España, obras, principalmente, del Siglo de Oro. La fotografía de abajo fue realizada por Juan Guerrero Ruiz en 1932 en la playa de Alicante. En ella aparece Lorca con el uniforme de La Barraca junto a unos amigos.
Estas tres fotografías pertenecen a la época de La Barraca. En la de la izquierda corresponde a un viaje que hizo Lorca a Galicia en la primavera de 1932. Fue invitado por el Comité de Cooperación Intelectual, organismo fundado por la República. Lorca aparece junto a la Iglesia de San Francisco, en Betanzos, junto a varios amigos gallegos. En la foto central aparecen los miembros de La Barraca en este mismo viaje. A la derecha aparecen la hermana de Federico, Isabel García Lorca y Laura de los Ríos, que más tarde se casaría con Francisco García Lorca, el hermano del poeta. Van vestidas con el uniforme de La Barraca y están en Alicante durante 1932.
La fotografía de arriba a la izquierda Lorca está ante la fuente de la plaza de la Cibeles, en Madrid, 1933. Esta foto apareció en la revista Blanco y Negro, el 5 de marzo de 1933, ilustrando una entrevista concedida por el poeta a Luis Méndez Domínguez. En la siguiente aparece el poeta, con motivo de un viaje que el torero y escritor Ignacio Sánchez Mejías hizo a Madrid, junto a varios escritores del 27. De izquierda a derecha. Pedro Salinas, Sánchez Mejías y Jorge Guillén, en primera fila; detrás, Antonio Marichalar, José Bergamín, Corpus Barga, Vicente Aleixandre, García Lorca y Dámaso Alonso. A la derecha arriba aparece el poeta granadino durante su estancia en Buenos Aires en 1934. En la fila de abajo, a la izquierda, Federico posa en 1934. Bajo el brazo lleva un ejemplar de Llanto por Ignaico Sánchez Mejías. En la fotografía de en medio Lorca aparece junto a la actriz Lola Membrives. Al fondo puede verse el cartel anunciador de Bodas de sangre en su representación número cien en el teatro Avenida de Buenos Aires. A la derecha aparecen los actores de La Barraca en un homenaje ofrecido a Lorca en abril de 1934.
A la izquierda Federico ante el piano de su casa de la Huerta de San Vincente en el verano de 1934. La fotografía la realizó Eduardo Blanco-Amor. A la derecha aparece Lorca con dos sobrinos, hijos de su hermana Concha, en la casa familiar de la Huerta de San Vicente durante junio de 1935. Abajo aparece García Lorca con algunos amigos durante la que sería su última visita a Sevilla, en la primavera de 1935. De izquierda a derecha: Joaquín Romero Murube, Jorge Guillén, García Lorca, Juan Antonio Rubio Sacristán y Pepín Bello.
A la izquierda Federico con su madre en Granada en 1935. En la fotografía superior el poeta y otros escritores de su generación, durante una comida en honor de un grupo de periodistas argentinos, en febrero de 1936. A la izquierda de Federico, que aparece a la derecha de la foto, está Vicente Aleixandre, y en frente, Rafael Alberti, Adolfo Salazar y María Teresa León. En la fotografía de la derecha aparece Lorca junto a la actriz Margarita Xirgu, intérprete de varias de sus obras.
A la izquierda García Lorca junto a la actriz Margarita Xirgu y el escritor Cipriano Rivas Cherif, que fue director del teatro Español desde 1928 a 1935, el 12 de septiembre de 1935 durante el estreno en el Principal Palace de Barcelona de Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores. En la siguiente foto Federico aparece en un banquete en honor del pintor Hernando Vives, en mayo de 1936. Lorca firmó la convocatoria de este banquete y entre los asistentes estaban Neruda, Miguel Hernández, Alberti, Buñuel, José Caballero, María Teresa León, Maruja Mallo, Guillermo de la Torre, etcétera.
Última fotografía realiza a Federico García Lorca. Era principio de Julio, pocos días antes de que partiera para Granada y fuera detenido. Al mes siguiente fue fusilado.
Bibliografía: Salvat Ediciones, S.A. Barcelona, 1988 (Biblioteca de grandes biografías). García Lorca de José Luis Cano
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he escrito sobre la relación de Lorca con Salvador Quintero Delgado nacido en 1903 en Las Cruces Garachico-Tenerife al que Lorca ,además de apadrinar a su hijo primogénito y homónimo le dedica el poema Baladilla de los tres Ríos que es con el comienza el poemario del cante jondo .Quintero fue depurado y suspendido de empleo y sueldo y baja en el escalafón como profesor de la Escuela Normal de Ceuta junto a otros intelectuales republicanos, entre los que figuran en su "historial de amistades peligrosas" Femando de los Ríos , el pintor Emilio Ferrer, Santiago Casares, Carlos Marlo Lynch ,Martínez Pedroso y Manuel Azaña ,entre otros.
ResponderEliminarpróximamente el Periódico tinerfeño el Día publicará un extenso articulo mío sobre la relación de Salvador y Lorca con la información que he podido rescatar hasta el momento con el titulo :SALVADOR QUINTERO DELGADO Y FEDERICO GARCÍA LORCA UNIDOS POR LATIDOS DLIENTES DE AGUA DE TRES RIOS"
. Salvador Quintero murió en 1949 a los 45 años de edad, amargado y atormentado por la incomprensión y el desprecio al que fue sometido, fue el ideólogo de la institución cultural pionera en Canarias "El Instituto de Estudios Canarios que alentó desde Madrid para que lo fundara la ilustre escritora e intelectual tinerfeña: María Rosa Alonso.
pongo mi email por si quieren contactar conmigo
alvarofajardoh@gmail.com