Obras clásicas de la literatura española
El Cantar de Mio Cid
El Poema de Mio Cid es el cantar de gesta más significativo de los que se han conservado y el único cantar épico de la literatura española que se conserva casi completo. Se han perdido la primera hoja del original y dos más del interior. Nos ha llegado gracias a una copia de principios del siglo XIV, se cree que en 1207 (que según algunos críticos la sitúan en 1307 ya que piensan que es un error o una alteración la que aparece en el manuscrito) hecha por un tal Per Abbat aunque su composición original ha sido fechada en 1140. Aparte del Mio Cid, se conservan parte de otros cantares como el Cantar de Roncesvalles, las Mocedades de Rodrigo y una breve inscripción de un templo románico conocida como Epitafio épico del Cid.
Folio de la copia original que hizo Per Abbat del Poema de Mio Cid |
A este poeta pertenece íntegro el Cantar del destierro. Los dos siguientes, el Cantar de las bodas y el de La afrenta de Corpes, ya presentan considerables alteraciones debidas a la posterior intervención del juglar de Medinaceli. Éste, mucho más alejado de los sucesos, introduce episodios novelescos.
En el tercer Cantar, intensifica, claramente, todos los detalles para poner en evidencia la cobardía de los infantes de Carrión. Hay que tener en cuenta que los juglares pertenecían al oficio de Mester de Juglaría, y se encargaban de ir cantando por plazas, iglesias, conventos y pueblos las gestas de los héroes medievales. Al hacerlo de forma oral, estos iban cambiando la historia según les convenía, ya que representaban y cantaban la obra a diferentes clases políticas, sociales y religiosas.
En el tercer Cantar, intensifica, claramente, todos los detalles para poner en evidencia la cobardía de los infantes de Carrión. Hay que tener en cuenta que los juglares pertenecían al oficio de Mester de Juglaría, y se encargaban de ir cantando por plazas, iglesias, conventos y pueblos las gestas de los héroes medievales. Al hacerlo de forma oral, estos iban cambiando la historia según les convenía, ya que representaban y cantaban la obra a diferentes clases políticas, sociales y religiosas.
Los juglares era un oficio de la edad media en el cual, narraban en forma de cantar, las hazañas del héroe protagonista de la obra. Mientras los juglares transmitían de forma oral estos cantares los clérigos lo hacían de forma escrita.
En lo que se refiere a la versificación del Poema de Mio Cid también se distinguen diferencias. El poeta de San Esteban utilizada una versificación variada con constante cambio de rimas asonantes, y con frecuencia, hace tiradas de menos de diez versos; este sistema domina totalmente el primer Cantar, disminuye en el segundo y desaparece, casi por completo, en el tercero.El poeta de Medinacceli, en cambio, usa una versificación de gran sencillez, no emplea asonantes difíciles y las tiradas suelen ser más largas.
El Poema pertenece al Mester de Clerecía pero se encuentra, además, en un movimiento literario ya que era recitado o cantado al son de un instrumento musical por plazas, castillos, iglesias, etc... y porque sus autores utilizaron el verso épico.
Por su sentido histórico, es un documento muy valioso para conocer la época en que fue compuestos: la Edad Media. El sentido de la venganza, la familia, la guerra, las clases sociales, etc... nos demuestra que la obra está inmersa en la época a la que pertenece. El tema del Poema consiste en el engrandecimiento del héroe, Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador, injustamente desterrado, el cual tiene que recuperar su honor. Alrededor de este hecho se centra la acción guerrera y política de la obra.
Estatua del Cid Campeador a lomos de su caballo, Babieca, en Burgos.
ARGUMENTO DE LA OBRA
CANTAR I: CANTAR DEL DESTIERRO
El primer cantar es el Cantar del Destierro. En él, el Cid ha sido desterrado por el rey Alfonso VI, por culpa de unos envidiosos cortesanos que el acusan de haberse quedado con gran parte de los tributos que recaudó de los moros de Andalucía. Se va de Castilla, con un grupo de hombres, dejando a su mujer e hijas en el monasterio de Cardeña. Pronto comienza su actividad contra los moros y conquista Castejón, Alcocer, gran parte de Teruel y Zaragoza. El cantar acaba con la puesta en libertad del conde Barcelona, a quien el Cid Campeador había hecho prisionero.
El rey Alfonso VI, rey de León, de Galicia y Castilla. Durante su reinado conquistó la ciudad de Toledo en 1085.
Al comienzo del manuscrito le faltan una o varias hojas. Esta parte debía relatar como incurrió el Cid en la desgracia del rey y por qué fue desterrado indicando una de las tres razones posibles. El Poema pudo haber empezado con una alusión a la Jura de Santa Gadea, aunque no consta que este hecho tuviera constancia literaria cuando se compuso el Poema. Es posible que también comenzara con el motivo del destierro según la historia: la incursión que éste había organizado contra el reino moro de Toledo.
Según Menéndez Pidal, el Cantar de Mio Cid, comenzaba describiendo la expedición del Cid a Sevilla. Algunas crónicas dicen que el caballero castellano, siguiendo las órdenes del rey, fue a recoger el tributo anual que el rey de Sevilla, Motámid, debía pagar.
Ramón Menéndez Pidal y su mujer María Goyri, en 1900, haciendo la ruta del Cid, el día de su boda.
Durante su estancia en la ciudad, el héroe y sus caballeros ayudaron a los habitantes en una guerra contra los granadinos, que a su vez, estaban ayudados por el conde García Ordóñez y otros cristianos. El Cid Campeador los derrotó cerca de Cabra y retuvo tres días prisioneros a los cristianos llegando a tirar de la barba de García Ordóñez, como insulto, que en aquella época se consideraba gravísimo y a perpetuidad; después regresó a Castilla con el tributo aludido. Los cristianos derrotados se quejaron al rey y éste, haciendo caso de sus quejas, desterró al Cid. Éste, reuniendo a sus seguidores, se dispuso a salir de Vivar y es aquí donde empieza el primer folio que nos ha llegado.
El Cid Campeador era un valeroso caballero castellano. En la batalla de Cabra derrota al rey de Granada con la ayuda del rey moro de Sevilla.
CANTAR II: CANTAR DE LAS BODAS
El Cantar de las bodas es el segundo cantar del Poema. En éste el Cid consigue su mayor éxito: la conquista de Valencia. De camino a la ciudad se apodera de Jérica, Onda, Almenara y Murviedro. Derrota a un ejército compuesto por moros de Sevilla y Murcia. Después de la conquista manda un presente al rey Alfonso VI y le ruega que deje a Doña Jimena ir a vivir con él. Su mujer e hijas llegan a la ciudad, acompañadas de Alvar Fáñez, siendo recibidas con todo honor y el héroe les muestra orgulloso las tierras conquistadas. Poco después, Valencia es sitiada por un ejército del rey de Marruecos; el Cid lo derrota y envía un tercer presente al rey Alfonso.
El Cid es ahora rico y muy poderoso y los infantes de Carrión, movidos por la codicia, solicitan casarse con sus hijas. El rey se lo propone al Campeador y éste acepta, aunque con cierto recelo. Al mismo tiempo es perdonado por el monarca y se celebran las bodas de las hijas con los infantes y termina el cantar.
64 Aquis conpieça la gesta de mio Çid el de Bivar. 1085
Tan ricos son los sos que non saben que se an.
Poblado ha mio Çid el puerto de Aluca(n)t,
dexado a Saragossa e las tierras de Mont Alvan.
Contra la mar salada conpeço de guerrear. 1090
A orient exe el sol e tornos a essa part.
Mio Çid gaño a Xerica e a Onda e Almenar,
tierras de Borriana todas conquistadas las ha.
(Comienzo del Cantar II)
CANTAR III: CANTAR DE LA AFRENTA DE CORPES
El último cantar del Poema de Mio Cid es el Cantar de la afrenta de Corpes. Los infantes de Carrión, debido a las burlas de que son objeto por culpa de su cobardía afrentan al Cid en las personas de sus hijas. En una ocasión se escapa un león de palacio y los infantes se esconden vergonzosamente lo que provoca las burlas de los hombres del Cid. Deseosos de vengarse, los infantes, se llevan a tierras de Castilla a sus mujeres. Al llegar al robledal de Corpes las maltratan, las golpean y las dejan luego abandonadas. Un sobrino del Campeador las encuentra en el monte y las devuelve a su padre. El Cid pide justicia al rey y éste convoca su corte en Toledo y se juzga a los infantes. El Cid solicita tres cosas:
1) que sus yernos le devuelvan las dos espadas (Colada y Tizona) que él les regaló.
2) que le entreguen la dote que entregó cuando sus hijas se casaron.
3) y que reparen su honra combatiendo con sus guerreros.
Los infantes son vencidos y queda demostrada su cobardía. El Poema acaba con el casamiento de las hijas, Doña Elvira y Doña Sol, con los infantes de Navarra y Aragón. El héroe pasa a ser pariente de reyes.
Las hijas del Cid, Doña Elvira y Doña Sol, según un óleo del pintor burgalés del siglo XIX, Dióscoro Puebla.
TEMAS Y GÉNERO
Los temas dramáticos quedan reflejados en lo que ya se ha dicho del argumento. Pero hay que hacerlo de forma independiente. El primer tema se refiere a la ascensión al poder del Cid, ayudado por sus vasallos, y los nobles con mayor rango, a los que llama condes y ricoshombres. Aún faltándole categoría social al héroe le sobra vigor, valentía y fuerza moral.
El protagonista de la obra, con su mesura y vigor, representa a una nación que ha iniciado una ascensión política y social para un futuro mejor. De esta forma, el Cid, se convierte en héroe nacional a medida que Castilla iba ganando terreno en otros reinos nacionales. Entre los pueblos no cristianos, se convierte a los judíos en motivo de hostilidad y burla, aunque se reconoce su papel en la sociedad. Se respeta a los musulmanes como poderoso enemigos y se les trata con benignidad en la derrota.
El segundo tema es el del honor y la justicia. Honor individual y colectivo, base de los cantares de gesta. Los infantes deben ser castigados como deben serlo en el código moral de la caballería antigua. El tercer y último tema es el del buen soldado. Los mejores discursos del Cid son los que preceden a las batallas arengando a sus soldados los cuales dejan oír sus gritos de guerra ante la perspectiva del combate. Todo esto hace que el Cid merezca el poder, el honor, la justicia y las victorias militares por su integridad en un sentido cristiano y feudal.
En cuanto al género del Poema, ya se ha dicho que pertenece a los cantares de gesta, subgénero de la épica, la cual relata las hazañas del héroe famoso, histórico o de leyenda. El personaje del Poema de Mio Cid es histórico e idealizado por la creencia popular. La poesía épica suele ser objetiva (el poeta relata unos hechos que a él personalmente no le atañen) pero que sin embargo el juglar que lo relata no es totalmente objetivo ya que toma partido en lo que cuenta, ensalzando la figura del Cid.
La acción o argumento de un poema épico suele constar de tres partes: el planteamiento general, donde se expone la acción, el nudo, donde se cuenta la parte central de dicha acción y el desenlace con una conclusión feliz o trágica de la obra. Esto queda claramente expuesto en el Poema.
En todo poema épico hay un protagonista y un antagonista, que es el personaje principal del bando contrario. En el Poema de Mio Cid, dicho antagonista es el rey Alfonso VI, causa de su deshonra, pero motor, por ello mismo, de sus hazañas.
FORMA Y MÉTRICA
El Poema, consta de 3.730 versos y, como ya hemos dicho al principio, faltan un folio del principio y dos del interior, por lo que se supone que tenía, originariamente, unos 4.000 versos. El texto de la obra es continuo y no se sabe con exactitud si el poeta le dio título o no, ni si había una introducción, pero es posible que le llamara Cantar o Gesta, las cuales tienen otro significado: división principal de un poema. Quiere esto decir que cada cantar, individualmente, forma una unidad para ser cantado por el juglar. Y pese a la polémica de quien lo compuso se cree que fueron dos poetas.
La estructura métrica es muy sencilla. Los versos se agrupan en párrafos que contienen una misma idea, a los que se denomina serie y tirada. La serie más corta consta de tres versos la más larga de ciento noventa.
Parte del primer folio del Cantar de Mio Cid que se conserva en la Biblioteca Nacional de España.
Hay algunas series paralelas en las que se recapitula brevemente el tema anterior como énfasis o insistencia artística y otras para dar un resumen de lo recitado. En cuanto al verso, su longitud plantea la problemática del que el copista tuviese dificultades porque escribió, con frecuencia, como un verso lo que tenía que haber sido como dos.
En el siglo XIX se intentó restaurar en el Poema regularidad de verso. Esta regularidad se pensaba que era la del alejandrino español (7+7 sílabas) o la de romance que son 8+8 debido a que gran parte del Poema se ajusta, más o menos, a uno u otro modelo aunque hay que decir que la regularidad no es parte necesaria en la poesía medieval.
PERSONAJES PRINCIPALES
A pesar de poder tener una existencia histórica los personajes de los cantares de gesta se presentan como creación literaria. En este caso el poeta centra su atención en Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador, que como todo héroe es valiente, prudente y de una valentía y fortaleza física fuera de lo común. Son personajes generosos, cariñosos y profundamente humanos. La cualidad principal del Cid es su mesura, es decir, su prudencia con buen trato con los demás y saber emplear las maneras y las palabras.
Los vasallos del Cid y otros caballeros le acompañaron en su destierro y en la conquista de Valencia. Estos hombres eran fieles y esforzados, valientes y dignos. Entre ellos destacan Alvar Fánez, capitán que planea las batallas y sirve de mediador con el rey. Pedro Bermúdez, torpe de palabra, pero muy fiel a su tío, el Cid, es otro de los acompañantes.
Gran interés ofrecen los infantes de Carrión, maridos de las hijas del Cid, relatados como cobardes, carentes de madurez y dependientes el uno del otro. Maltratan, golpean y abandonan a sus esposas en el robledal de Corpes.
Doña Jimena es la mujer del protagonista donde tiene una emotiva plegaria con motivo de la marcha de su marido. Doña Elvira y Doña Sol son las hijas del Cid. Aparecen como víctimas pasivas, idealizando lo femenino. El poeta muestra gran respeto hacia la mujer.
AVENTURA Y CRUZADA DEL POEMA
Hay que situar al Poema de Mio Cid, en su contexto político, social y cultural de la época, tanto en relación con el héroe como en cuanto al público que escuchaba la recitación. El Poema, cuenta sólo una parte limitada de lo que fue y estaba siendo un proceso histórico. Para eso hay que tener en cuenta, que siglos antes, el reino visigodo de España quedó desorganizado en el año 711, año de la batalla de Guadalete, por la invasión musulmana.
Cuando se compuso el Poema, hacía ya siglos que los reinos cristianos de la Península mantenían relaciones de todo tipo con los árabes. Las guerras eran esfuerzos de los reinos españoles por mantener sus tierras libres ante los musulmanes convirtiéndose en el medio para recuperar lo perdido. Esto, resultó, en cierta manera, comparable a las llamadas Cruzadas europeas, que en el año 1096 emprendieron la liberación de Tierra Santa. Pero según Menéndez Pidal, en España había acontecido antes una "Cruzada antes de las Cruzadas": la expedición que el papa Alejandro II organizó en 1063 contra Barbastro.
El papa Alejandro II
Los caballeros europeos ganaron la villa, pero no pudieron conservarla mucho tiempo para la Cristiandad; no supieron seguir con acierto una norma en la lucha y el trato con los árabes de España.
Es por tal motivo, por la presencia histórica de la época que los moros aparecen en el Poema de Mio Cid. Había una lucha social y política, pues, entre los reinos cristianos de León, Castilla, Navarra, Aragón y Cataluña y las gentes de origen, repobladores, judíos y moros sometidos, también con diversos reinos bajo el signo del Islam. Esto hacía que hubiera una gran variedad de gentes: mozárabes, mudéjares, los marginados de los reinos, etc...España era el último país de la Europa Occidental en el que la voluntad del pueblo era seguir siendo europeos (cristianos, desde un punto de vista religioso).
Esto quería decir, que un desterrado del rey, tenía que salir del Reino a buscarse la vida en tierra de moros. Es lo que le sucedió a Rodrigo Díaz de Vivar, cuando fue condenado a destierro por el rey Alfonso VI de León. El mismo Cid se reconocía un aventurero, al que se le ha obligado a establecerse en tierra ajena. El poeta lo convierte en héroe el cual logra modificar la situación política y religiosa de la "frontera española" al conquistar Valencia y establecer allí un obispado.
Las aventuras del Cid tuvo mucha resonancia en otros países de Europa que se pone de manifiesto con la muerte de don Rodrigo. El Cronicón del Monasterio de Maillezais de Poitou, en el centro de Francia, recogió así la muerte del héroe:
"En España, dentro de Valencia, falleció el Conde don Rodrigo, y su muerte causó el más grave duelo en la Cristiandad y gozo grande entre los enemigos musulmanes"
A pesar de los hechos históricos hay que tener en cuenta que los juglares recurrieron a episodios ficticios. Uno de ellos es la aparición del ángel Gabriel a el Cid cuando este es desterrado. Otro episodio ficticio es el de las arcas llenas de arena. Este truco era habitual en numerosos cuentos. También el episodio del león se considera ficticio. Con todo esto se pone de manifiesto que el Poema de Mio Cid es una obra de arte y de ficción, al tiempo que de una autenticidad histórica.
En cuanto a las clases sociales, cabe distinguir a los burgueses y judíos, los cuales eran los de la escala más baja y los nobles por linaje, llamados fijosdalgos, divididos en varias categorías: la inferior es la de los escuderos; a continuación están los simples caballeros, entre los que había unos de jerarquía superior, los infanzones, a la que pertenecía el Cid. Por encima de todos ellos estaban los ricos hombres, individuos de familias muy poderosas pertenecientes a la corte real. De entre éstos escogía el rey a sus condes, gobernadores y altos dignatarios.
El Poema presta especial atención al traje guerrero y a los instrumentos de combate, en especial la espada. Cuando el caballero iba de viaje lo hacía montado en un "palafré". Delante iba, llevado por un escudero, su caballo de armas, más fuerte y grande que el palafrén. A todo esto hay que añadir más aspectos interesantes como costumbres de besar la mano, mesar la barba, lo cual era una ofensa, contratos de préstamos de judíos, etc...
VALORACIÓN HISTÓRICA DEL POEMA
El Poema de Mio Cid, compuesto principalmente sobre tradiciones de Medinacceli, se hizo muy popular fuera de su tierra. Juglares posteriores se inspiraron en él repetidas veces (Cantar del Abad de Montemayor, Poema de Fernán González). En los siglos XIII y XIV circula la obra, no en su forma orginal, si no modificada y refundida. De este hecho derivarán en el siglo XV diversos romances populares.
Pero aún así, la figura del Cid se convertirá en un ser legendario lo que hizo olvidar el viejo poema hasta que Tomás Antonio Sánchez lo publicó en 1719. Esta edición no consiguió darle popularidad y el Neoclasicismo ignoró totalmente las obras de la Edad Media. Solo empezó a valorarse la obra en diversos países de Europa con la entrada del romanticismo. Esta fama se fue extendiendo durante todo el siglo XIX a pesar de la lentitud de la crítica española. Es Menéndez Pidal quien analiza en conciencia el primero de nuestros poemas épicos, aunque inició sus estudios José Amador de los Ríos, considerado una obra indiscutible de la literatura universal.
El Poema perteneció al convento de Vivar; más tarde pasó al de Santa Clara, de donde fue sacado para que Tomás Antonio Sánchez pudiera publicarlo pero nunca fue devuelto. El manuscrito lo adquirió en 1960 la fundación Juan March, que lo regaló al estado español donde se conserva actualmente en la Biblioteca Nacional de Madrid.
Bibliografía: Introducción y ensayo sobre el Poema de Mio Cid, Anónimo, de Estrher San Pastor. S.A.P.E. 1986 Club Internacional del Libro.
Ver Poema Mio Cid castellano antiguo
Ver Poema Mio Cid castellano moderno
Temas relacionados: Los Cantares de Gesta
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gracias por la informacion pero donde puedo descargar o conseguir el poema
ResponderEliminarHe añadido dos enlaces en la entrada del Poema de Mio Cid para poder verlo en castellano antiguo y moderno. Un saludo.
EliminarBuen blog!
ResponderEliminarHe aqui un resumen de la influencia de El Cid Campeador en el ámbito musical:
LUIS FONSI - La Fuerza del Corazón
http://www.youtube.com/watch?v=8lXNe_Ubnjk
SIGNAL BLADE - El Exilio
http://www.youtube.com/watch?v=GBfND4w4FZU
AVALANCH - El Cid
http://www.youtube.com/watch?v=eT1nocnBRto
TIERRA SANTA -Legendario
http://www.youtube.com/watch?v=k09M7soYHNY
DARK MOOR - Mio Cid
http://www.youtube.com/watch?v=iLWeTaaj6z8
FOLKODIA - El Cid The Champion
http://www.youtube.com/watch?v=Evaj-DbFBXA
METALIUM – Revenge of Tizona
http://www.youtube.com/watch?v=7pU6Gbu2Zk4
Gracias por este apunte musical. Me ha gustado mucho, personalmente. Muy interesante
ResponderEliminarEs muy interesante
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