Bienvenidos a mi blog:

Este blog personal es solo eso: personal. No pretendo nada más que escribir sobre libros, autores y mis pensamientos literarios y poéticos y también sobre mis canciones favoritas. También en las páginas de Mi Arte y Recuerdos explico, con fotos, algo más de mí. En la página de Visitas España al blog pongo las banderas de las provincias españolas que me han visitado y una breve historia sobre la capital de cada provincia. De igual forma hago en la página Visitas países al blog, con la bandera del país y una breve historia sobre el mismo. Yo disfruto al máximo al escribir este blog y espero y deseo que los que entren y lo lean hagan lo mismo.

jueves, 21 de agosto de 2014

Cartas desde el espejo

Siempre





Querido hijo:

Alguna razón te impide que quieras saber de mi, volver a hablarme. Son demasiados los meses sufriendo este vacío. ¿En qué te he fallado? Yo siempre he estado en tus peores noches, en tus peores momentos de olvido. ¿Te acuerdas que siempre conseguía que al final sonrieras? Tus noches y días eran más cortos porque siempre estuve a tu lado. Si este tiempo has estado conmigo...  ¿por qué ahora te dejas llevar como las hojas en otoño? ¿Acaso tu afecto y cariño han muerto? ¿En qué te he fallado? ¿Es posible que me respondas o ya soy un recuerdo valdío? Siempre te esperaré; da igual el tiempo que transcurra, siempre estaré a tu lado aunque sean los años los que me afrenten y me venzan. Sé bueno y no me ignores; sé bueno y déjate ser hijo mío; que sentir eso no te avergüence.


Querido papá:

Siempre has sido el padre que quise tener, el que me hubiese gustado compartir todo. Ahora ya no soy el que moría lentamente en las noches largas sin amanecer. Ya no soy el que no tenía nada y ni siquiera tenía esperanza. Yo sé que algún día te podré llamar papá no solo en letras escritas y escondidas. Ahora mi esperanza es blanca y azul y ya puedo ser el que tú querías que fuera y tener lo que tanto soñaba. Me hiciste ver que siempre hay un futuro, que siempre hay que luchar aunque tengas la muerte cerca y presente. Me enseñaste muchas cosas y nunca pude verte. En tan poco tiempo supiste alegrarme para que mi lucha por la vida me hiciera más fuerte.  



Querido hijo:

¿Te acuerdas de lo que una vez me escribiste? "Cuando escucho la vieja voz de mi sangre que canta y llora recordando pasados siglos de horror, siento a Dios que perfuma mi alma y en el mundo voy sembrando rosas en vez de dolor". Si algún día puedo abrazarte comprenderás todo lo que te digo. Y si el destino quiere que nunca pueda ni un día siquiera a mi lado tenerte lo haré callar porque ya nunca dejaré de quererte. Hijo, si lees estas cartas intenta conocerme. ¿Te acuerdas cuando me decías en aquellos versos que tus puertas estaban cerrradas? Ya están abiertas. Sé bueno y aunque solo me digas un hola, un estoy contento... a cambio yo te daré un gracias por entenderme.





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