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Este blog personal es solo eso: personal. No pretendo nada más que escribir sobre libros, autores y mis pensamientos literarios y poéticos y también sobre mis canciones favoritas. También en las páginas de Mi Arte y Recuerdos explico, con fotos, algo más de mí. En la página de Visitas España al blog pongo las banderas de las provincias españolas que me han visitado y una breve historia sobre la capital de cada provincia. De igual forma hago en la página Visitas países al blog, con la bandera del país y una breve historia sobre el mismo. Yo disfruto al máximo al escribir este blog y espero y deseo que los que entren y lo lean hagan lo mismo.

viernes, 10 de mayo de 2013

Fábulas: el colibrí y el escorpión


Había un escorpión observando desde una pequeña roca, en su sombra, como una abeja libaba en una flor campestre. Muy curioso le preguntó:
     -Oye abeja, ¿no te da  miedo libar polen de cualquier flor?  
 La abeja siguió en lo suyo sin hacer caso al escorpión. Éste siguió observándola y al poco tiempo preguntó de nuevo:
     -¿No te da miedo? Puede ser una flor venenosa.
De nuevo  el escorpión obtuvo el silencio por respuesta. Iba a preguntar de nuevo cuando vio que llegó otra abeja a la misma flor y empezó a libarla al igual que su compañera ya había hecho.
     -No importa que busques en esa flor. Tu hermana ya lo ha hecho -le espetó el escorpión.
-No importa que busques en esa flor. Tu hermana
ya lo ha hecho -le espetó el escorpión.
Las abejas siguieron con lo suyo. Cuando hubieron terminado se marcharon. A los pocos minutos vino otra abeja; ésta parecía algo más grande. Se paró en las flores y empezó a explorarlas.
     -Es inútil tu trabajo, abeja. Tus hermanas ya han libado todas las flores. No pierdas el tiempo y ve a otras.
Esta vez, la abeja, si contestó al escorpión:
   -Nunca hay que dar por bien hecho el trabajo de otro. Y mi trabajo es cerciorarme. Se han podido olvidar alguna. ¿No crees?
     -No se han dejado ninguna; yo las he visto -contestó muy seguro el escorpión.
     -¿Por qué estás tan seguro? -preguntó la abeja -Hay cientos de flores.
   -Porque las he observado muy bien. Mi vista no me falla. No les quitado ojo de encima en ningún momento. Por eso estoy tan seguro y sería capaz de apostar mi vida.
     -¿Estás seguro de querer apostar tu vida? Nadie puede estar tan seguro de lo que ve.
     -Yo sí, abeja incrédula. Nunca me equivoco. Sé lo que he visto -dijo el escorpión muy presuntuoso y confiado saliendo de su pequeño escondrijo.
La abeja grande después de escuchar al escorpión dejó una flor en la que estaba y se fue justo delante de él y le dijo:
     -Mírame bien y escucha lo que te digo: tienes razón en que ellas han libado todas las flores porque yo no encuentro polen. Pero si que te ha engañado tu vista y hubieses perdido la vida; yo no soy una abeja, soy un colibrí.

Nunca hay que dar por seguro algo aunque lo estés viendo con tus propios ojos; estos te pueden engañar.
     
(Autor: Juan-Claudio Sanz)


2 comentarios:

  1. Meeelassaaa! Muy bueno, ¡¡lástima del título!!

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    1. Hola Toni. Gracias de corazón. No entiendo lo del título, tú dime cosas, que estamos para aprender , jejejeej. Un saludo a Nakano desde España.

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